Desde la primera transmisión de la serie documental, «Rocío, contar la verdad para seguir viva», se ha causado todo un revuelo en España por develar el otro lado de una de las familias más icónicas del país. Se han dado a conocer detalles sobre las consecuencias que el documental ha traído a los hermanos de Rocío Carrasco, y no han sido nada prometedores.

Una de los allegados de Rocío Jurado que más se ha visto envuelto en polémicas y problemas, sin duda, ha sido su hijo adoptivo, José Fernando Ortega Mohedano. Desde pasar por rehabilitación, hasta tener un matrimonio infructuoso con María Jesús Rodríguez (Michu), su vida no ha sido fácil.

Pero, además, con el documental de su hermana, José Fernando se sorprendió al saber que su madre no quiso adoptarlo inicialmente ni a él ni a su otra hermana Gloria Camila Ortega, y tuvo que ser convencida por su esposo, ahora viudo, José Ortega Cano, ya que ella sentía que “tenía el cupo de maternidad lleno con Rocío Carrasco”.

A pesar de lo anterior, la relación que tuvo Rocío Jurado con sus hijos adoptivos fue muy sana y ella misma sentía un profundo amor por ambos. Si bien, al fallecer Jurado, la mayoría de sus bienes pasaron a ser propiedad exclusiva de Carrasco, él también recibió una herencia de un millón de euros.

En realidad, fue a partir de recibir su herencia y la muerte de la cantante “Como las alas del viento”, que comenzó la espiral de autodestrucción de Mohedano. Así que, el documental deja más que claro que Jurado no estaría nada orgullosa de este rumbo que tomó su único hijo varón, por lo que ver este documental le ha traído malos recuerdos a José Fernando.

Ha sido Gloria Camila, quien ha defendido a José Fernando Ortega Mohedano de todas las críticas surgidas por el documental. Debido a que este se encuentra entre la libertad y la cárcel, ya que ha estado ingresando a un centro de salud psiquiátrico, y se ha negado a dar cualquier declaración.

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